El Instituto Nacional de Medicina Genómica registró el primer caso de la subvariante BA.2 del SARS-CoV-2, en una mujer de 48 años, después de que dio positivo a COVID-19, en la Ciudad de México, el pasado 17 de enero.
La subvariante BA.2 se deriva de la variante original Ómicron o BA.1 que provocó la última ola de COVID en México y el mundo. De acuerdo con la plataforma Global Initiative on Sharing All Influenza Data, se han descrito 4,123 casos de Ómicron en México, de los cuales solamente uno tiene el linaje BA.2.
La subvariante BA.2 aún no ha sido declarada como de preocupación por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero es seguida muy de cerca por la comunidad científica debido a su rápida propagación en países como Dinamarca, donde ya representa el 82% de los casos de COVID-19.
La característica principal de esta cepa es su alta capacidad de transmisión, pero, según la OMS, todo parece indicar que no es más grave que la Ómicron original.
“Si usted ha estado expuesto a Ómicron BA.2 en su hogar, tiene un 39% de probabilidades de infectarse en siete días. Si en cambio ha estado expuesto a BA.1, la probabilidad es del 29%“, declaró a Reuters el autor principal del estudio, Frederik Plesner.
La forma emergente BA.2 de la variante Ómicron del coronavirus no parece ser más grave que la forma original BA.1, dijo el martes un responsable de la OMS.
Las vacunas también siguen proporcionando una protección similar contra las diferentes formas de Ómicron, dijo el Dr. Boris Pavlin, del Equipo de Respuesta COVID-19 de la OMS.
